Tengo una heridita en el pecho...

Bueno, técnicamente es un tumor pequeño. En realidad, son tres tumores chiquitos. En mi seno derecho. ¿Ya estoy compartiendo más de lo que debo en este blog? :-) 

Gracias por preocuparse lo suficiente por mí como para seguir este blog donde daré información sobre mi diagnóstico de cáncer a la mama. Les advierto que a veces usaré algún lenguage colorido porque eso es lo que yo hago. Me disculpo de antemano por cualquier ofensa que pudiera causar mi uso de la palabra "jodida". También me disculpo por no tener la fluidez y facilidad de escribir en castellano como la tengo en inglés. Pero espero que este proyecto, además de ser terapéutico, me ayude a expresarme mejor en mi lengua materna. Si encuentran errores ortográficos o de gramática, me avisan, ¿ya? 

 La historia empieza el 4 de agosto, cuando muy contentita fui a mi control anual con la ginecóloga. La doctora es treintona o cuarentona, un poco sarcástica, y super inteligente. Estoy segura que seríamos amigas si no fuera por el hecho que ella colecta células de mi cuello uterino cada verano. Al fin de la cita, decidimos que ya era hora de hacerme mi tercera mamografía de rutina. Mis primeras dos, a los 40 y 42 años respectivamente, habían salido completamente normales. 

La semana siguiente, el 11 de agosto, entré al mismo lugar donde me habían hecho las mamografías previas. Aquellas de ustedes queridas lectoras que han tenido el privilegio de hacerce este procedimiento estarán de acuerdo que no es la experiencia más placentera que digamos. No voy a explicar los detalles, pero es sufiente decir que te aplastan tus 'boobies' duro. No duele demasiado, pero no se siente bien, obviamente. Sin embargo, al entrar a este centro de mamografías, te hacen sentir como que llegas a un spa. Te pones una bata suavecita y cómoda, y te sientas en una sala donde te tocan música 'new age'. De todos modos, ésta fue mi tercer visita al spa aplastador, y nunca me imaginé que el resultado no sería comos los previos, con todo normal. Desafortunadamente, ésto no sucedió. 

El reporte de la mamografía mostró algunas "areas de preocupación", y me mandaron a hacerme un ultrasonido del seno derecho el 19 de agosto. La técnica que condujo el ultrasonido fue muy amable, pero me dí cuenta que estaba buscando algo muy específico. En algún momento sacó una regla y empezo a medir. Me empecé a asustar mucho. Cuando todo terminó y me dijo que el radiólogo sugería una biopsia, la preocupación y el estrés casi me hizo llorar en plena oficina, pero llegué a componerme. Al entral al carro, leí que 80% de las biopsias salen benignas. Respiré profundamente... lo más probable es que no sea nada. 

A las pocas horas, me puse en contacto con la oficina de la ginecóloga para que me refieran a un/a cirujano/a que haga la biopsia. En el portal electrónico de la oficina, pude acceder el reporte médico que el radiólogo había mandado. El reporte, escrito en jerga médica, describía tres lesiones con descriptores muy específicos. Al final del reporte, classificó las lesiones usando una escala llamada BIRADS. 

BIRADS 5 

Es en ese momento cuando supe que lo que buscaban era cáncer. Bueno, no inmediatamente, lo tuve que investigar. Pero básicamente, las lesiones clasificadas con la escala "5" significa que la probabilidad de cáncer es más del 95%. Me di cuenta que estaba jodida.  

¡Esos bultitos habían resultado ser bastante serios!

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