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Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
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Pero... ¿Es justo que te vengan dos golpazos en una vida?
Supe apenas hubo la sospecha de cáncer que tendría que enfrentar esta pregunta. Es perfectamente humano preguntarse, ¿por qué yo? Pero pensar mucho en esa respuesta te puede mandar hondamente a un espacio oscuro de donde no se puede salir fácilmente. Tomé la decisión de emplear pasos concretos para escapar esos pensamientos apenas empiecen.
Como lo saben la mayoría de mi familia y mis amigos, éste no es el primer gran golpe de mi vida. Si no me conocen, o no saben a lo que me refiero, permítanme presentarles a un hombre que me enriqueció la vida en tantas formas, y quién se fue de este mundo prematuramente. Conozcan a Damion:
Damion y yo apenas teníamos un año y medio de casados cuando murió en un accidente de aviación el 13 de marzo del 2008. Yo estaba con cuatro meses de embarazo con nuestro bebe Austin. Podría escribir un blog entero sobre la gran persona que fue Damion y los momentos tan difíciles que pasé al perderlo tan inesperadamente. De hecho, tengo un diario completo donde escribí todas las noches esos primeros meses. Para mi, escribir es una forma de terapia. Nuestro hijo es el mayor regalo que él me ha dado en esta vida, seguido muy cerca del regalo de su linda familia, que me ha otorgado padres adicionales, hermanos adicionales, y muchos familiares y amigos más. Ellos saben quienes son, y saben que los quiero mucho.
Ahora, quisiera presentarles a un chico que no tuvo la oportunidad de crecer a ser hombre ni ha ser el tio de las chiquitinas a las cuales tengo el honor de llamar a mis 'hijas bonus'. Conozcan a Sean:
Y no sólo eres tú la afortunada de esta historia. Lo somos, con creces, todos quienes hemos gozado --y seguiremos haciéndolo por muchos años más--, de tu generosa y bondadosa presencia en este mundo desde aquel entrañable 3 de julio de 1976. Pareciera que a alguien tan llena de prendas inusualmente altas, el destino se empeñara en mermarle --¿como reto o rasero?-- un tanto de la capacidad para cosechar con paz y tranquilidad todos los bienes sembrados. O, como tú dices, una coincidencia del azar que rige a los humanos desde antes del nacimiento. No podemos predecir el futuro, pero hacemos fervientes votos por que este ansioso presente se supere pronto, y que, por el resto de una larga y fecunda existencia, goces de la retribución de todo lo bueno y hermoso que has esparcido a raudales desde que fuiste una niña.
El primero de setiembre, me hicieron una biopsia de la "situación" en el pecho. La primera doctora donde fui referida parecía fantástica sobre papel: radicó en la escuela médica de Harvard e hizo una recidencia especial en el instituto de cáncer Sloan Kettering. A pesar que ella me cayó bien cuando la conocí, no me gustó nada la oficina. Me pareció todo un poco desorganizado, sólamente tenía una asistente, y se le había malogrado la máquina de ultrasonido. Pero en fin, el día de la biopsia todo salió bien. No me quejo de eso. Sacó las muestras de los tumores bien, obviamente. Al terminar, me dijo que los resultados estarían listos en dos días. El problema ocurrió cuando pasaron los dos días y no escuché nada. La biopsia fue un dia martes, y el viernes llamé a la oficina. Me contestó el servicio y me dijo que estaba la oficina cerrada hasta el martes 8 por la fiesta nacional de "labor day". Esto me puso super ansiosa y con mucha cólera porq...
La reunión de hoy me tuvo en un estado de anticipación que sólo suelo tener para una primera cita. No podía esperar, pero tenía un poco de inquietud. En vez de un solo "galán", mi cita consistió en cinco personas, tres mujeres y dos hombres, todos los cuales tienen conocimiento extraordinario del cáncer y las verdaderas ganas de verme superar esta enfermedad. Puedo respirar tranquilamente porque en general las noticias son buenas. Después de conversar con el Dr. Reddy, el médico oncólogo y el Dr. Sharma, el oncólogo de radiación, me queda claro que ellos están de acuerdo que este cáncer ha sido encontrado en una etapa temprana y me pueden curar. La prueba del MRI que me hicieron el viernes pasado sí que fue ATROZ. Quizás exagero, pero tuve que presentarme tempranito en la mañana, en ayunas, y la enfermera tuvo que poner la aguja intravenosa en la mano en vez del brazo por que mis venas son invisibles. El exámen duró más de 30 minutos, y tuve que echarme boca abajo en u...
Y no sólo eres tú la afortunada de esta historia. Lo somos, con creces, todos quienes hemos gozado --y seguiremos haciéndolo por muchos años más--, de tu generosa y bondadosa presencia en este mundo desde aquel entrañable 3 de julio de 1976.
ResponderBorrarPareciera que a alguien tan llena de prendas inusualmente altas, el destino se empeñara en mermarle --¿como reto o rasero?-- un tanto de la capacidad para cosechar con paz y tranquilidad todos los bienes sembrados. O, como tú dices, una coincidencia del azar que rige a los humanos desde antes del nacimiento. No podemos predecir el futuro, pero hacemos fervientes votos por que este ansioso presente se supere pronto, y que, por el resto de una larga y fecunda existencia, goces de la retribución de todo lo bueno y hermoso que has esparcido a raudales desde que fuiste una niña.
Gracias papitos lindos! 😍
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